¿Que es el Centro Madhya?

Madhya es una palabra de origen sánscrito( una lengua clásica de la India), cuyo significado podría traducirse como CENTRO. Y la idea que fundamenta este espacio es que cada ser que se acerque a Madhya pueda encontrarse con su esencia, con su CENTRO y vivir equilibradamente desde ahí.

Te presentamos nuestro centro Madhya como un ESPACIO HOLÍSTICO en el cual podrás encontrar diferentes propuestas para tu desarrollo, salud y conocimiento interior.

TE ESPERAMOS!!!!!!

Estamos en Calle 16 nro. 638 (e/ 44 y 45). La Plata.
Para turnos y/o consultas:
221 156190419
centromadhya@gmail.com
Face: Espacio Madhya

Nuestras propuestas son:


MEDITACIÓN

TERAPIA HOLISTICA INDIVIDUAL

REIKI

YOGA

MEDICINA TRADICIONAL CHINA

DANZATERAPIA

ENCUENTROS DE EMBARAZO CONSCIENTE

TERAPIA CON FLORES DE BACH

REFLEXOLOGIA

SESIONES INDIVIDUALES DE MEMORIA CELULAR

EUTONIA

TALLER DE LA RISA

Y MÁS!

TODO CON MUCHO AMOR





EN EL DÍA DEL "AMOR"... UN FRAGMENTO DEL ARTE DE AMAR DE ERICH FROMM.


El amor es una actividad, no un afecto pasivo; es un “estar continuado”, no un “súbito arranque”. En el sentido más general, puede describirse el carácter activo del amor afirmando que amar es fundamentalmente dar, no recibir.

¿Qué es dar? Por simple que parezca la respuesta, está en realidad, plena de ambigüedades y complejidades. El malentendido más común consiste en suponer que dar significa “renunciar” a algo, privarse de algo, sacrificarse. La persona cuyo carácter no se ha desarrollado más allá de la etapa correspondiente a la orientación receptiva, experimenta de esa manera el acto de dar: como un sacrificio. El carácter mercantil está dispuesto a dar, pero sólo a cambio de recibir; para él, dar sin recibir significa una estafa. La gente cuya orientación fundamental no es productiva, vive el dar como un empobrecimiento, por lo que se niega generalmente a hacerlo. Algunos hacen del dar una virtud, en el sentido de un sacrificio. Sienten que, puesto que es doloroso, se debe dar, y creen que la virtud de dar está en el acto mismo de aceptación del sacrificio. Para ellos, la norma de que es mejor dar que recibir significa que es mejor sufrir una privación que experimentar alegría.

Para el carácter productivo, dar posee un significado totalmente distinto: constituye la más alta expresión de potencia. En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder. Tal experiencia de vitalidad y potencia exaltadas me llena de dicha. Me experimento a mi mismo como desbordante, pródigo, vivo, y, por tanto, dichoso. Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad…

En la esfera de las cosas materiales, dar significa ser rico. No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho. El avaro que se preocupa angustiosamente por la posible pérdida de algo es, desde el punto de vista psicológico, un hombre indigente, empobrecido, por mucho que posea. Quien es capaz de dar de si es rico. Siéntese a si mismo como alguien que puede entregar a los demás algo de si…

Sin embargo, la esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo específicamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de si misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él - da de su alegría , da su interés , da su comprensión, da su conocimiento, da su humor, da su tristeza-, da todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él. Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir; dar es de por si una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da en cambio. Dar implica hacer de la otra persona una dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa. El amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor.

El poder de los pensamientos

En Mayo de 1954 Roger Banister se convirtió en el primer atleta en correr una milla en 3 minutos, 59.4 segundos, batiendo así un record que se había intentado romper por más de 100 años. Este acontecimiento atrajo la atención de los medios en todo el mundo. En ese entonces, los científicos y médicos decían que conseguir una hazaña como esa era humanamente imposible, que intentarlo podría hacer que el corazón de una persona explotara, que los huesos se rompieran y que los músculos se rasgaran en el esfuerzo…
Esta hazaña de por si es asombrosa, pero quizás lo más interesante, es lo que sucedió después… En el lapso de 7 meses de batido este record, otros 37 atletas consiguieron romper también con la barrera de los 4 minutos y en los siguientes 3 años, lo hicieron otros 300…
La pregunta clave es ¿cómo sucedió esto? Si unos meses antes, correr una milla en menos de 4 minutos se consideraba algo físicamente imposible ¿cómo fue que apenas Roger Banister logró batir este record, muchos otros lo hicieron también? ¿Es que el cuerpo humano realizó un salto cuántico repentino que hizo que las capacidades del cuerpo humano se expandieran? Está claro que no… que lo que cambió fueron los pensamientos de las personas… y lo que antes parecía imposible en sus mentes, ahora ya no lo era… Una creencia limitadora, un paradigma se había roto, y entonces el ser humano se vio capaz y logró fácilmente lo que antes parecía imposible…
Con esto quiero mostrarte el poder que tus pensamientos tienen en tu vida, lo mucho que te pueden limitar o te pueden hacer capaz. Tu mundo es un reflejo de lo que piensas y crees. Tus pensamientos te pueden hacer sentir feliz o triste, optimista o pesimista, capaz o incapaz. Algunos pensamientos pueden ser amables, amorosos y optimistas, otros  estresantes, limitadores y pesimistas. Y son estos últimos los que nos impiden ser felices y vivir plenamente.
Muchas veces vivimos en base a pensamientos y creencias que hemos aprendido desde niños, pensamientos limitadores, miedos y paradigmas y que hemos dado por sentado, como verdades absolutas y que no hemos cuestionado para comprobar su veracidad. Mientras creemos en ellos, vivimos también en base a ellos. Te invito a que prestes atención a tus pensamientos, a los pensamientos que rondan tu cabeza y ver como te llevan a vivir la vida de una manera amable, confiada y optimista o a vivir la vida con miedo y limitaciones.
Por ejemplo, recientemente estaba con un equipo de ventas que pensaba que ser la compañía más nueva en su sector era un obstáculo para lograr sus objetivos de ventas.
Una vez que identificamos esta creencia limitadora, empezamos a cuestionarla con las siguientes preguntas…
¿Es eso verdad? ¿Es verdad que ser una empresa nueva es un obstáculo para sus ventas? La respuesta inicialmente fue si.
Seguimos indagando y les pregunté si podían saber que “era verdad con absoluta certeza” que ser nuevos era un obstáculo para sus ventas. Empezaron a dudar, no podían estar totalmente seguros de esto.
Les pregunté cómo se sentían cuando estaban delante del cliente y pensaban que ser nuevos era un obstáculo. Cómo trataban a sus clientes cuando tenían ese pensamiento. Me explicaron que se sentían inseguros, a la defensiva, iban con una idea pesimista de los resultados, estaban inquietos y nerviosos, no eran tan amables con sus clientes porque pensaba que les dirían que no y que no estarían abiertos a sus servicios. Se imaginaban una serie de resultados negativos y objeciones antes siquiera de llegar. Salían cansados de la reunión…
Les pregunté entonces, cómo se sentirían, cómo serían las cosas si no pudieran creer el pensamiento de que ser nuevos era un obstáculo para sus ventas. Me dijeron que más confiados, más seguros, más tranquilos para actuar, responder, y manejarse apropiadamente con el cliente…
¿Puedes ver la gran diferencia entre creer un pensamiento o no? ¿Puedes ver cómo, cuando creen que ser nuevos los limita, se sienten pesimistas y desmoralizados antes siquiera de llegar al cliente y cuando no tienen ese pensamiento, se sienten más seguros, optimistas y confiados? ¿Y puedes ver cómo eso puede reflejarse en una mejor relación y trato con el cliente y mejores resultados?
Por último, los invité a invertir el pensamiento y ver cómo lo opuesto de lo que ellos creían podía ser tan verdadero o más… Es decir, cómo el hecho de ser nuevos podía ayudarlos a alcanzar sus objetivos y ser una fortaleza en lugar de una debilidad…
Aquí algunos de los ejemplos que encontraron de cómo esto podía ser tan verdadero o más que el pensamiento original:
O por ser nuevos, nos esforzamos más en ganar un cliente y damos un mejor servicio…
O la gente muchas veces prefiere una empresa nueva y más pequeña donde se sienten mejor atendidos y se sienten clientes más importantes, a una empresa grande y de trayectoria, donde se convierten en un cliente más…
O porque se desarrollan más a nivel profesional para poder responder a las objeciones que un cliente les pueda plantear por su posición de nuevos y los empuja a desarrollar al máximo sus habilidades como vendedores…
Inicialmente, el ser una empresa nueva, les hacía sentir en desventaja, como si tuvieran algo que ocultar. El cuestionar este pensamiento limitador e invertirlo les permitió abrir su mente, sentirse cómodos con el hecho de ser nuevos, e incluso verlo como una fortaleza que podían sacar a relucir delante del cliente.
Ahora piensa ¿cuáles son esos pensamientos que te limitan a ti? ¿Qué es lo que te frena a hacer lo que te pide tu corazón?
Responder a estas preguntas te podrá dar pistas sobre cuáles son los pensamientos que te están limitando a hacer lo que tu corazón desea. El primer paso es reconocer tus pensamientos limitadores… Y el siguiente cuestionarlos para liberarte de ellos y así batir tus propios records…


Fuente: Sandra Iozzelli